Guerra entre sexos

Hace un par de semanas recibí un email de una de mis compañeras de la universidad invitándome a echarnos unos traguitos (claro pocos porque era entre semana) y ponernos el chal para recordar y platicar de nuestras vidas.

El sitio acordado fue “Pan y Vino” un pequeño lugar en donde su nombre lo dice todo lo único que sirven es eso pan y vino; fui el último en llegar por cuestiones de trabajo y al entrar al lugar me encuentro con la siguiente escena: Un hombre en una de las orillas de una mesa cuadrada, pegado a la pared, cual soldado revolucionario preparado para ser fusilado por cuatro mujeres que le hablaban todas al mismo tiempo.

El hombre en mención es el esposo de una de mis ex compañeras, al ver esta injusticia me acerco como árbitro de futbol en una cámara húngara nomas a tratar de bajar la tención que se estaba viviendo; después de todo el protocolo que uno pasa por ser el último en llegar y presentarme formalmente con Eduardo (hombre a punto de ser acribillado por 4 mujeres) me siento a la mesa y la clásica pregunta “De que hablan” o error.

Lo primero que me pregunta Lalo con la intención de que me adentrara en el tema por el cual las féminas estaban a punto de lincharlo fue” –A qué hora tienes que llegar a tu casa, cuando sales con tus amigos?-“ En la madre!! Que contesto!? Porque al mismo tiempo recibí las mismas miradas de las ejecutoras (paréntesis para mencionar a estas mis amigas una divorciada, otra casada, otra a punto de casarse, y no podía faltar la soltera) que mí estimado Lalo recibía antes de que yo llegara.

Mi respuesta fue más o menos así-“mmmmmmmmmmmmm no tengo hora” ERROR, en ese momento Lalo sintió uno de los alivios más grande de su vida porque había logrado que las 4 mujeres pusieran toda su furia en mi, entre “Eso es mentira”, “Hay que hablarle a tu esposa para corroborar con ella”, “Eres un mal marido”, y el clásico “Espero también ella te lo haga a ti” fueron unos de sus tantos argumentos.

Cuando al final pudimos llegar a un aplazo de guerra entre los dos sexos, porque ellas argumentaban que no era apropiado que los hombres casados anduvieran después de las 2 de la madrugada fuera de su casa que porque “Es muy peligroso”, esto último utilizado como escusa para las más de tres mil llamadas que nos hacen al celular, que disque para ver si estamos bien, donde al final siempre utilizan las palabritas que creo que a TODOS los hombres nos súper cagan “A QUE HORA LLEGAS”.

Llegamos a la conclusión de que la confianza en la pareja sigue y seguirá siendo la clave para que las cosas fluyan tranquilamente en un matrimonio, a esto añadiéndole el toque de ESPACIO para las 2 partes.

Para todas las Brut’s GRACIAS!!

Y recordar a las mujeres no hay que entenderlas hay que quererlas, o no?