Monday, August 17, 2009

El reto del oso grande

Teníamos como 6 meses de novios cuando llego el invierto de 1998, y platicando con Mara y Flavio decidimos irnos los 4 un sábado de Diciembre a desafiar las montañas a esquiar en una ida Express, ida y vuelta el mismo día sin importar los moretones, hambre y cansancio que esto conlleve.

Salimos alrededor de las 9 de la mañana y entre que pusimos gasolina, compramos algunos munchies, y se rentaba el equipo necesario, alrededor de la 1 de la tarde estábamos listos para empezar; Maray Yo con conocimientos de lo que nos esperaba, Arlette y Flavio ni idea tenían.

Cual buen amigo y excelente novio les comento que no íbamos a gastar en clases para ellos, que entre Mara y Yo los íbamos a dejar mejor preparados que los que compiten en “Winter X Games”.

Después de pasar aprobatoriamente “Como ponerse los esquíes 1.1” y “No le mientas la madre al maestro porque esta difícil 1.2” decidí que lo que dicen por ahí es cierto, la practica hace al maestro y pasamos de estar en la parte baja de la montaña para irnos hasta la cúspide de snow Summit, claro sin antes convencerlos que lo que habían aprendido era suficiente para bajar desde la parte más alta sin ningún problema.

Una vez arriba y después de explicarles cuál iba a ser nuestra táctica de descenso nos aventamos, primero Mara que seria para los 2 novatos el punto a seguir, después Arlette y Flavio, y al final Yo; por aquello de si alguien se caía yo llegaba al auxilio.

Después de unos metros y ya adentrándonos más en las pendientes le digo a Arlette – Esperame aquí voy a ayudarle a Flavio, no te muevas- tenía que ir cuesta arriba como 50 metros por lo que tarde unos minutos al llegar con él me dice- Wey no que tu morra no sabía esquiar, mírala ahí va sola!!- al voltear lo único que vi fue un cabello claro y largo papaloteando en el aire como si fuera capa de superman; empecé a gritarle que se tirara para uno de los costados lo cual hizo caso omiso, después de una nube de nieve y un grito, lo único que veo es a ella tirada en el piso sin moverse.

Como pude y olvidándome de mi amigo me dejo ir a ver como estaba y esta es la escena con la que me encontré:

Esquís encajados en la nieve cual Goofy en caricatura de dysney, cabello completamente lleno de nieve el cual daba una apariencia de jamaiquino por la formación de dreadlocks y una risa como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo.

Gracias a Dios no le paso nada y todo quedo en esto, una simple e inolvidable anécdota.

Para Arlette que la adoro.

1 comment:

  1. Jjajajajajaja, muy buena. Yo todavía espero mi debut en esas artes, pero soy re pendejete en eso de las "bajadas" (sin albur) de nieve.

    ReplyDelete